lunes, 11 de enero de 2010

N

Todavia puedo sentir el aire caer junto a tu pelo y rozar levemente el gusto de tu cuerpo en mis recuerdos.
Son las x de un dia que descansa entre el frio y la lluvia que congela. Si miro a mi izquierda espero encontrarte, verte dormido, abrazarte y contarte cada una de las ruidosas anecdotas que pude soñar a la noche, contigo o sin ti.
Pero tu no estas a mi lado.
Recuerdo tu voz, y tu risa. También tu forma de mirar hacia el infinito. Tus pestañas largas, la sonrisa telepatica. Tus brazos cruzados bajo tu cabeza, tu suave pecho brillante y calido que invitaba a descubrir los diferentes maullidos de tu alma.
No sé puede querer tanto a alguien y no podré querer a nadie tanto.
Y supongo que por eso, por esas pequeñas cositas que nos hicieron hechar a correr, nunca, como eterna y terrible sentimental, olvidaré ese calorcito que me acompañaba alguna que otra tarde en uno de esos inviernos helados, frios y llenos de pureza sin daño intencionado.

M



Que escondio el mago bajo el sombrero?