sábado, 25 de abril de 2009

G


- Frió, muerte constante tras de mi.
Que importa una mierda.... que tus ojos no me dicen nada.
Tres pares de miradas, más vivas en las noches de borrachera que en los días de lluvia. Brillo de locura constante, que no sabes lo que quieres, y yo ya no sé como explicarme. Las dos y diecinueve minutos de una madrugada de un sábado o de un domingo, a quien le importa? A mi no me importa nada en absoluto.
Que me ensucias con tu risa, los pulmones negros del humo siniestro que penetra hacia fuera, para empañar tu mundo y girar hacia otra dirección.
La cama esta vacía, el sujetador tirado a tres pasos del colchón, me siento desnuda ante la ignorancia de los hechos, ante sueños y sonidos carentes, carencia de siseos...
La vida en un minuto, y tu disfrute en segundos. Pasas y me tiras, paso y me guardo mil preguntas constantes, se repiten que no me dejan respirar. Que soy como una puta, que no se viste... que no razona cuando afirma... que no siento nada por nadie y asesino cada minúsculo encuentro...
Que en esta vida ya no se puede ser poeta, que para ello debes ser bruja y tragarte tus idealismos, que los versos ya nadie los admira, que la sabiduría y la belleza que atrae a la pureza han desaparecido dejandome aquí, tiritando. Que cualquiera podría abrazarme y darme algo más que cuatro besos, que yo no quiero eso, joder... que yo no quiero gritar más fuerte ni reír más alto para sentirte cerca.
Que yo no quiero nada más que un poco de eso que te quema entre los dedos...
No me creo tus mentiras, deberías creer las mías, que este mar me come, que la sangre no quiere ya sangrar...
Que no. Que si...joder...dime que si...
Que tú solo buscas un gesto, y yo admiro las palabras, que cualquier día las esperaré, que ilusa joder... que ilusa, nunca escucharé lo que pretendo encontrar.
Son las dos y treinta de una madrugada de sábado, de una mierda de domingo. Cama de matrimonio, y yo mirando a la pared, sin ningún motivo, miedo al girarme y besar el puto aire.

Buenas noches.

lunes, 13 de abril de 2009

F

Hubo un día, un instante, un chasquido insignificante, en que la fuerza se me clavo en lo hondo, en lo extremo. Hasta dejarme sin aliento.
Era una tarde extraña, llena de silencios de ciudad. Lluvia con intervalos de fuego, con triste viento enrabiado a ratos, con nada que decir a simple vista.
Por los minutos en que alargamos aquella mirada muchos ilusos hubieran pensado que nosotros tramábamos algo, pero no era así, nada era como se imagino en un principio.
Mis piernas se desarmaron, hasta el suelo se desquebrajó con tu presencia y el metro cincuenta que me acompaña se ablando. Las intenciones duras y ruidosas que había planeado quedaron apartadas.

- Lo siento.

Las palabras se calmaron en tu pecho, lo pude notar.
Que cambiados que estamos.No rodee tu cuerpo como tu hiciste con el mio. Me mantuve quieta ante el remordimiento, muda de expresión, de llanto. Miré tus ojos directamente y nada más.
El reloj en tus pupilas, y la brisa de un otoño exquisito envolviendo los tirabuzones, danzando entre la gente.
Tú, yo y el tiempo.

Hubo un día, un instante, un chasquido insignificante, en que la fuerza se me clavo en lo hondo, en lo extremo. Hasta dejarme sin aliento.
Camino por una vía del tren, de puntillas, sin querer... y al levantar la vista te reencontré.

Las casualidades no existen, pero nadie esta dispuesta a renunciar la pequeña esperanza que alberga, que se guarda por siempre.

sábado, 4 de abril de 2009

E

La crueldad acecha sus parpados y su cabello que cae sin gracia sobre el hombro.
Mantiene una sonrisa que no esta activa, que le remueve las entrañas cada vez que se ve reflejado en aquel espejo rojo.
No puede evitarlo, se siente tan perdido que cualquier espectativa le parece simple.
Los dedos de sus manos estan cansados de no hacer nada, su lengua magullada del querer sin sentido. La mente desnutrida de palabras sin relación alguna. No sabe que hacer.
Tumba su cuerpo sobre la cama desecha esperando encontrar en la oscuridad algun punto de iflexion, que le ayude a sopesar cualquier desición. Puede que algun dia lo encuentre, puede que deba coger la manta y fundirse en un estado catastrofico... en otro igual que el anterior.

jueves, 2 de abril de 2009

D

Voy a escribir una carta de amor para él.

...

Espero que hayas disfrutado, sí... soy yo, aquella que se acaba de marchar y ha dejado esto abierto en tu escritorio.
Tan solo quiero decirte que para mi esto no ha sido tan solo una noche de desenfreno.
Espero que comprendas que llevo esperando este momento mucho tiempo, desde el primer momento que te vi. Fue tu sonrisa, tu olor a fruta, esa gracia al moverte y el alivio que me provoco el que me miraras con cierta curiosidad.
Cuando al cabo de un més te levantabas para saludarme. Al poco te agachabas para besarme. Despues mirabas hacia abajo para observarme. Te hundias en mis cabellos para hablarme a escondidas de la noche en Bares cerrados. Los cuchicheos nos aclaman, viven gracias a nosotros, y puede que ni tu estes enterado.
Cuando sonries el mundo se gira para observarte, me da puro miedo el que me dediques alguna de esas muecas y que despues no haya nada detrás.

Como ha sido??, que estas sintiendo. Yo en cuanto he salido de tu casa he hechado a correr, porque ahora mismo tengo miedo, estoy asustada por lo que va ha ocurrir.
De verdad que todo esta en tus manos. Yo te kiero, te lo digo un tres de abril de 2009, no sé que dia será hoy, pero hecha cuentas.

Te kiero.

Me encantaria que algun dia pudiera decirte que leyerás esto, porque entonces... todo saldrá bien... lo sé.

un beso, todavia no sé cual prefieres.