Correr hacia
algún lugar lejos, aislarse de los mundos terrenales y volar a espacios dignos de su perdida inocencia que
decía poseer.
No logró adivinar el porque, justo
después de acostarse con aquella persona que no
conocía, no saber ni su nombre, ni siquiera si
era el el indicado o
alomejor era el que pasa ahora mismo a su derecha, se
sentía angustiada.
Tenia el olor del desconocido clavado en cada poro de su piel, cada sensación que
había tenido hacia
apenas una hora se le venia a la cabeza como si fuera una pesadilla.
Mañana sus compañeras le
recordarían el gran triunfo obtenido con aquel gilipollas en la calle, ella
sonreiría y se
mostraría encantada pero.. ¿Como se encontraba ahora mismo?
Le
dolía la entrepierna, los labios rojos y los ojos, del posible llanto que ahora mismo
surgiría.
Si
había alguna forma de sostenerse en pie, ahora
era el momento de adivinarlo, si se
había hecho daño a si misma cometiendo algo que
creía ser divertido ya era demasiado tarde. Presiono la tecla
mágica del
pasotismo e ignoro cada una de las luces despuntadas del amanecer, cada tren que se
dirigía a su casa, cada sonrisa desconocida que
creía oír a su alrededor.
Se abrazo fuerte, miro al frente y se pregunto si eso era lo que mucha gente denominaba un final feliz.